El entorno más amplio dentro del cual se realiza el consumo de
alcohol, incluyendo la cultura general de consumo de alcohol, las normas y las
prácticas prevalentes y la exposición al alcohol afectan la manera en que se
forman y avanzan los patrones de consumo de alcohol.
Las normas o prácticas sociales pertenecientes a las diferentes
culturas determinan las percepciones y las conductas comunes sobre el consumo
de alcohol.
Las culturas difieren en el grado en que aceptan el consumo de
alcohol y toleran conductas particulares.
* Las típicas culturas “húmedas” (por ejemplo, la mediterránea)
se caracterizan por una mayor tolerancia e integración del consumo de alcohol,
especialmente en ocasiones sociales y con las comidas, y por patrones de consumo
moderado y una estigmatización del consumo crónico en exceso y la embriaguez.
Por otro lado, las culturas “secas” (por ejemplo, los países de
Europa Nórdica) son menos permisivas del consumo de alcohol regular, pero se
caracterizan por episodios de consumo excesivo y tolerancia hacia la
embriaguez.
Los entornos y los lugares de consumo de alcohol varían entre
las diferentes culturas y también afectan los patrones y las prácticas comunes
de consumo de alcohol.
En un estudio transcultural sobre los motivos de la
abstinencia del alcohol, la “religión” y la “crianza” fueron los motivos más
mencionados. las normas culturales preponderantes se reflejan en las medidas
normativas, tales como la edad adecuada para determinar la edad legal para la
compra y el consumo de alcohol o el grado de restricción de la disponibilidad
del alcohol. Otras diferencias culturales, como normas y roles relativos al
sexo, también influyen sobre la conducta de consumo de alcohol.
En la mayoría de las culturas, los hombres beben más que las
mujeres, ciertos patrones de consumo, por ejemplo los episodios de consumo
excesivo (consumo compulsivo extremo), suelen ser socialmente más aceptables
para los hombres que para las mujeres.
En forma similar, dichas normas culturales pueden implicar una
estigmatización y un tratamiento diferente para los hombres y las mujeres que
tienen problemas con el alcohol . Los roles relativos al sexo en una cultura
pueden mediar los efectos de otros factores sobre la conducta de consumo, tales
como educación, empleo e influencias familiares.
La importancia de las influencias sociales y culturales
aumenta durante las últimas etapas de la adolescencia. Existe un debate sobre
el alcance con el cual la exposición al alcohol a través de
comunicaciones comerciales y su disponibilidad física influye sobre los
patrones y las elecciones de consumo de alcohol.
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