lunes, 25 de mayo de 2015

Medio Ambiente

El entorno más amplio dentro del cual se realiza el consumo de alcohol, incluyendo la cultura general de consumo de alcohol, las normas y las prácticas prevalentes y la exposición al alcohol afectan la manera en que se forman y avanzan los patrones de consumo de alcohol. 
Las normas o prácticas sociales pertenecientes a las diferentes culturas determinan las percepciones y las conductas comunes sobre el consumo de alcohol. 
Las culturas difieren en el grado en que aceptan el consumo de alcohol y toleran conductas particulares. 
* Las típicas culturas “húmedas” (por ejemplo, la mediterránea) se caracterizan por una mayor tolerancia e integración del consumo de alcohol, especialmente en ocasiones sociales y con las comidas, y por patrones de consumo moderado y una estigmatización del consumo crónico en exceso y la embriaguez.
Por otro lado, las culturas “secas” (por ejemplo, los países de Europa Nórdica) son menos permisivas del consumo de alcohol regular, pero se caracterizan por episodios de consumo excesivo y tolerancia hacia la embriaguez.
Los entornos y los lugares de consumo de alcohol varían entre las diferentes culturas y también afectan los patrones y las prácticas comunes de consumo de alcohol.
 En un estudio transcultural sobre los motivos de la abstinencia del alcohol, la “religión” y la “crianza” fueron los motivos más mencionados. las normas culturales preponderantes se reflejan en las medidas normativas, tales como la edad adecuada para determinar la edad legal para la compra y el consumo de alcohol o el grado de restricción de la disponibilidad del alcohol. Otras diferencias culturales, como normas y roles relativos al sexo, también influyen sobre la conducta de consumo de alcohol. 
En la mayoría de las culturas, los hombres beben más que las mujeres, ciertos patrones de consumo, por ejemplo los episodios de consumo excesivo (consumo compulsivo extremo), suelen ser socialmente más aceptables para los hombres que para las mujeres.
En forma similar, dichas normas culturales pueden implicar una estigmatización y un tratamiento diferente para los hombres y las mujeres que tienen problemas con el alcohol . Los roles relativos al sexo en una cultura pueden mediar los efectos de otros factores sobre la conducta de consumo, tales como educación, empleo e influencias familiares.

 La importancia de las influencias sociales y culturales aumenta durante las últimas etapas de la adolescencia. Existe un debate sobre el alcance con el cual la exposición al alcohol a través de comunicaciones comerciales y su disponibilidad física influye sobre los patrones y las elecciones de consumo de alcohol. 

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